Un escándalo es el que se ha armado en torno a estos dos jugadores de la Premier League. Da para todo, para que se formen bandos a ambos lados de la historia, para que se cuestione la calidad humana de ambos y para que salte a la palestra, una vez más, un tema muy delicado: el racismo en el deporte.
Pero ¿Es justo lo que ha sucedido? Veamos.
A Luis Suárez, uruguayo, campeón de América con su selección y jugador actual del Liverpool, le impusieron una suspensión de 8 fechas, además de una multa de 40.000 libras por proferir insultos racistas en contra de Patrice Evra, francés (senegalés de nacimiento), y jugador del Manchester United, el pasado 15 de Octubre durante un encuentro entre ambos equipos. Tras un informe presentado por la Comisión Disciplinaria de la Premier, de nada menos que de 115 páginas, se desprende que Suárez habría llamado "negro" al francés en no menos de 7 ocasiones durante dicho partido (1-1). De ahí la sanción, porque el tema racista es alarmante en Europa.
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| Suárez y Evra durante el partido del escándalo por la Premier League |
No olvidemos los insultos proferidos a Samuel Eto´o (camerunés) cuando jugaba para el Barcelona español. O los gritos despectivos a Mario Balotelli (italiano, hijo de inmigrantes ghaneses) cuando militaba en el Inter italiano. Y así, cientos de casos.
Y aquí es cuando nos detenemos a preguntarnos ciertas cosas. En el caso Suárez-Evra solamente se habla del racismo del uruguayo, cuando, al parecer, el francés habría llamado "sudaca" (término despectivo para los suramericanos) al charrúa antes de que este respondiera. De ser así, ¿es menos ofensivo ese término? ¿Menos racista? ¡No!, no lo es. Es igual de despreciable. Entonces ¿por qué no sancionarle de igual manera? ¿Es más víctima uno que otro? ¿Será acaso que el poder del ManU sólo permite castigar del lado opuesto? Yo, visto lo que sucede en muchas ligas europeas, no pongo esto en duda.
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| "Luis Suárez es una vergüenza para el Liverpool" ha dicho Sir Alex Ferguson |
¡Ojo! que no defendemos a Suárez, nada más cuestionamos lo sucedido, porque se nos hace extraño que, jugando en Uruguay, por poner un ejemplo, en donde comparte con compañeros de color no haya presentado problemas racistas con anterioridad, al menos no hay noticias al respecto. Y aquí, en América del Sur, no viven solamente rubios, albinos o caucásicos, y a Suárez le ha tocado jugar contra equipos en los que los jugadores de color predominan y, repito, no hemos escuchado de su racismo.
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| Luis Suárez y Alvaro Pereira vistiendo la Celeste. |
Sabemos que el tema racista levanta sensibilidades, y no es para menos, pero hay quienes también se agarran de esto para presentarse como víctimas y aprovecharse. El racismo es criminal, así como el clasismo, pero no hay que juzgar "a priori" y hay que tener en cuenta todas las aristas de una historia.
Para concluir, y de nuevo, sin buscar excusar al jugador charrúa que ha tenido gestos en verdad groseros (como negarse a darle la mano a Evra), tal vez adjudicables a la indignación, el llamar "negro" a alguien por estos lados no siempre es sinónimo de desprecio. Sin duda en Europa y América del Norte no lo entienden y se considera un pecado capital. Pero así somos y aquí la mezcla de razas de varios siglos nos ha enseñado a ser de esta manera.
Siempre habrá, quien en su pasión desmedida o en su estupidez congénita, insulte, escupa, y golpee a quien está del otro lado de sus aficiones y afectos. Injustificable. Por eso, sin duda, hay que luchar por concienzar a quienes se dejan llevar por unos colores (equipos de fútbol en este caso), que al final, no les dejan nada en su beneficio.
Imágenes cortesía de Google Images.
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