Si tienes alguna dolencia cardíaca (espero que no), o te preocupa la salud de tu bomba sanguínea, la meditación trascendental podría ayudarte. Al menos eso es lo que dice un grupo de investigadores del Medical College de Wisconsin (EEUU), y que fue publicado en la revista Archives of Internal Medicine. Refieren los investigadores: "los pacientes con afecciones cardíacas que practican meditación trascendental para reducir el estrés, tienen una tasa de muertes, ataques al corazón, e ictus un 50% menor que aquellos que no meditan".
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un ensayo clínico durante nueve años (sí, nueve años) en el siguieron la evolución de un grupo de 201 pacientes, con una edad promedio de 59 años, y a los que se les habían estrechado las arterias. El total de sujetos investigados se dividió en dos grupos: uno al que hicieron practicar meditación trascendental, y otro, al que los especialistas educó acerca de los factores de riesgo tradicionales para sufrir problemas cardíacos (dieta, falta de ejercicio físico, malos hábitos).
Con este experimento, cuyos resultados son los efectos más fuertes documentados que se producen por una intervención cuerpo-mente en relación a patologías cardíacas, pudieron demostrar lo efectiva que llega a ser la meditación trascendental para reducir el riesgo de muerte a consecuencia de un problema del corazón. Eso sí, añaden los especialistas, funciona como tratamiento complementario, dado que los participantes del estudio mantuvieron su medicación regular para controlar los factores de riesgo, incluídos los agentes antihipertensión, y para la reducción de lípidos.
Ya sabíamos que la meditación trascendental ayudaba mucho a sobrellevar el frenetismo diario, pero si ayuda también a evitar problemillas con el "cuore", pues meditaremos a diario. Recordemos siempre tratarnos bien, que después vienen las lamentaciones.
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