Sexo. ¿Qué no se ha dicho, escrito, averiguado o especulado sobre este tema? Pues al parecer todavía nos queda mucho por aprender sobre lo que (en teoría) nos es tan natural. Y es que a medida que avanzamos en conocimientos, también nos adentramos en lo más recóndito de nuestras relaciones como especie. Hace poco leí una noticia que no pudo más que sorprenderme, o al menos llamarme la atención: al parecer mientras más ingresos tiene el hombre, más poder adquisitivo, más orgasmos alcanza su pareja. ¡Así como se lee!. Veamos.
En un estudio publicado por el diario británico The Times se reveló que al parecer el placer de las mujeres va en relación directa con el tamaño... pero de la cuenta bancaria del hombre. ¿Qué tal? Es que hay que vivir para aprender.
Según la investigación llevada a cabo por Thomas Pollet y el profesor Daniel Nettle, este fenómeno ocurre por una "adaptación evolutiva" de las mujeres, que buscan elegir a sus parejas en relación con la calidad de vida que el hombre pueda darles a ellas y a sus hijos, en caso de tenerlos.
"La frecuencia en los orgasmos de las mujeres se incrementa con los ingresos de su pareja. Y los compañeros más deseables provocarían en las mujeres mejores orgasmos", continúan diciendo los investigadores.
Un hombre adinerado es una persona poderosa, inteligente y segura (mi opinión es que esto es debatible), cualidades que busca una mujer para sentirse a gusto y menos estresada, lo que la ayuda a sentir más placer al momento de las relaciones sexuales.
Para exponer estos datos, se realizó el estudio entre 1.534 mujeres, cuyos datos concluyeron que la frecuencia de sus orgasmos está relacionada con el poder adquisitivo de la pareja.
Según David Buss, profesor de Psicología de la Universidad de Texas, la función del orgasmo hoy en día, es una señal inconsciente que tienen las mujeres de decirles a los hombres que están sexualmente satisfechas y, por lo tanto, no buscarán sexo con otros individuos.
¿Será cierto entonces el dicho que reza: "billetera mata galán"?
Así las cosas, sin confiar a ciegas en estos estudios, pero tomando en cuenta que en efecto desconocemos parte de lo que en realidad somos como individuos, y los detalles que hacen y deshacen nuestras relaciones, yo, por mi parte, ya comencé a buscar vías alternas de ingresos. Por no dejar. ¿Y tú?
Fuente de la noticia: runrun.es. Derechos reservados.
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